¿Preocupación o desinterés de un gobierno en las necesidades de servicios para la población?

Alguna vez nos hemos puesto a pensar, si los gobiernos de los países se preocupan de la necesidad de conocer las limitaciones y problemas que tiene la población para realizar trámites que les permitan acceder a los servicios fundamentales de: educación, salud, electricidad, agua potable, entre otros. Y en el caso exista esta preocupación, ¿podemos reconocer cuales han sido los esfuerzos realizados en los últimos años?, ¿podemos recordar si durante los últimos cinco años se realizaron encuestas o un censo de población, que relevara información suficiente sobre la manera en que los ciudadanos reciben los servicios públicos?, ¿si se encuentran conformes o disconformes?, ¿Qué problemas tienen al realizar sus trámites?, ¿podría la población estar en la capacidad de acceder a los servicios públicos utilizando las tecnologías de la información?. Estas preguntas son importantes para determinar si el estado y las instituciones públicas conocen esta realidad y sobre todo evaluar qué mecanismos podrían ser utilizados para resolver esta problemática.


Sin embargo, es primordial que el estado pueda identificar que capacidades operativas y técnicas tienen las instituciones públicas para atender estos trámites y en ese análisis nos encontramos con otras preguntas como: ¿Qué tan complejos o engorrosos son los trámites en las instituciones públicas?, ¿se cuenta con la información suficiente para atender los requerimientos de los ciudadanos?, ¿existe alguna coordinación establecida entre entidades, que le permita al ciudadano realizar el trámite requerido de manera integral?, ¿cuentan con mecanismos de comunicación eficientes, para brindar información y orientación oportuna al ciudadano?, ¿se tiene un proceso establecido para la recepción de documentos, que permita conocer su estado de atención y las instancias de aprobación correspondientes?; y en cuanto al aspecto tecnológico, ¿la institución cuenta con las capacidades necesarias para implementar las tecnologías de la información para la prestación de los servicios públicos?. Mientras que los gobiernos articulen acciones para identificar e implementar posibles soluciones a esta problemática, esta situación traerá como consecuencia un nivel de desconfianza en la población. Entonces.

¿Por qué los gobiernos deben adoptar una estrategia de gobernanza digital?

Nos encontramos viviendo la cuarta era de la revolución industrial conocido también como industria 4.0, caracterizada por la inteligencia artificial que es señalada como elemento central de la transformación digital, directamente relacionada a la acumulación creciente de grandes cantidades de datos (“Big Data”), el uso de algoritmos para procesarlos y la interconexión masiva de sistemas y dispositivos digitales. Mientras esto ocurre, los gobiernos deben tomar decisiones clave que permitan aumentar la confianza en la población dando lugar a nuevas formas de participación pública, estableciendo relaciones con los diversos grupos de interés, ciudadanos, entidades públicas y empresas privadas; colaborando estrechamente en el diseño de servicios públicos gracias al aprovechamiento del poder de las tecnologías de la información y las comunicaciones en formas realmente transformadoras y en el marco de un proceso de modernización del estado para crear valor público; con estas acciones, se reconocerían las necesidades de los ciudadanos y se anticiparía su atención orientadas en la innovación y mejora de la prestación de los servicios.

A este nuevo entorno digital y estrategias de modernización del estado que conocemos como Gobierno Digital, se le presenta una serie de riesgos y retos que derivados de la tecnología debiendo de establecer estrategias y políticas claras para abordar las demandas sociales y asegurar la confianza de los diversos sectores involucrados.

Continuará en el próximo artículo ….