Este es el primer artículo que he redactado con ocasión del lanzamiento de la web de AudiTrail partner Crearis Latam, el cual será parte de una colección donde impartiré experiencias aspectos clave de lo que constituye la agilidad y la transformación digital en las áreas de Auditoria Interna y tiene como finalidad motivar a los equipos de auditoria y al DEA, a seguir un proceso de innovación en la denominada Auditoría 4.0.

El pensamiento ágil hace posible un cambio cultural con enfoque en el cliente.

Es posible que ustedes hayan escuchado en eventos, cursos virtuales, noticias que el mundo de los negocios ha venido cambiando en los últimos años con mayor intensidad; aproximadamente desde el año 2017, hemos incursionado en la cuarta generación industrial caracterizada por la transformación digital en los procesos, el uso masivo de la internet y la aparición de nuevas tecnologías disruptivas.
Sin embargo, el efecto de la pandemia Covid – 19 ha acelerado la necesidad de cambio adoptando diversas formas de trabajo, cultura y mayores conocimientos que obliga a muchas organizaciones a transformarse, no solo aquellas del sector de tecnología quienes por la naturaleza del sector están acostumbradas a cambios disruptivos, sino también a las demás organizaciones de diversos sectores empresariales y aquellas en el ámbito público en los que posiblemente el efecto de la pandemia ha sido mayor, siendo necesario enfrentar los desafíos que trae este proceso de transformación como es el cambio cultural e innovar con pensamiento ágil.

Aunque esta situación ha traído situaciones adversas en algunos casos, puede verse como una oportunidad si adoptamos la tendencia del “Agilismo”, para ser capaces de responder de manera oportuna a estos desafíos. Este nuevo pensamiento no considera un plan, toma en cuenta las acciones que desarrollan las personas de manera colaborativa, quienes están dispuestas a adaptarse e innovar para hacer posible nuevos modelos de negocio colocando en el foco de la atención al “Cliente” y orientado a satisfacer sus necesidades, conocido como la “Experiencia del Cliente”.

Esta nueva forma de desarrollar los negocios trae un proceso de cambio cultural iterativo y permanente en el tiempo, centrándose en desarrollar actividades de plazos cortos y no grandes proyectos que demandan mayores recursos y tiempo. En las organizaciones ocurre algo similar, las formas tradicionales de hacer las cosas deben cambiar porque ya no generan valor para los nuevos objetivos de emprendimiento e innovación; sin embargo, muchas veces la cultura organizacional responde de manera contraria e imposibilita un cambio oportuno. Por lo tanto, cada uno de nosotros debemos promover el cambio no de manera aislada, si no conformando un grupo de personas motivadas, autogestionadas y cohesionadas a las que denominaremos “Equipo” basado fundamentalmente en la confianza de sus miembros.

¿Podrá existir el agilísimo en la Auditoría?

Desde hace algunos años la Auditoria Interna, es considerada como una función de cumplimiento principalmente de políticas y procedimientos involucrándose principalmente en la evaluación de los controles internos operativos, contable – financieros y administrativos, enfatizando en incluir la gestión de riesgo en la evaluación de los procesos del negocio. Sin embargo, en ocasiones esta actividad que brinda servicios de aseguramiento y consultoría es rechazada por algunos grupos de interés en las organizaciones, al considerar que no agrega valor tomando en cuenta que nos encontramos en un entorno cambiante de los modelos de negocio.

En ese contexto, los auditores tenemos que reinventarnos por medio del aprendizaje y mejora permanente e iterativa de sus capacidades, con la finalidad de no solo mirar el proceso de negocio, sino también los intereses de la empresa “el día a día”. Esta situación, origina incertidumbre quizás por los cambios que se presenten, la complejidad que puedan tener y las dificultades o problemas que deben enfrentarse. A esta condición la denominamos “VUCA”, término que alude a las siglas en inglés utilizado por la armada de los Estados Unidos tras el fin de la guerra fría para describir la Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad del mundo.
Para enfrentar estos retos, los departamentos de auditoria deberán contar con líderes con tendencia a ser “Nómadas del Conocimiento” caracterizados por ser (Innovadores, Creativos e Imaginativos); los DEA, deberán liderar la respuesta frente a la disrupción con acciones y estrategias que permitan identificar estructuras y procesos que ayuden a alcanzar los objetivos estratégicos, fortalecer el gobierno corporativo y mantener una gestión adecuada de los riesgos emergentes para la organización. La auditoría interna, deberá asegurar las competencias necesarias para evaluar si el negocio está desarrollando iniciativas de innovación y transformación, para ello se requiere contar con un equipo de auditores con pensamiento ágil, con cultura en innovación y altamente motivados a ser agentes de cambio.

¿Qué nos permitirá la adopción de una metodología ágil para la Auditoría?

En el trascurrir de las últimas dos décadas, la auditoría interna se ha visto en la necesidad de transformarse actualizando sus prácticas, procedimientos y adoptando un mejor enfoque para el uso de la tecnología y no quedar rezagado con los cambios constantes y rápidos del negocio. Sin embargo, en esta cuarta generación es muy probable que este modelo de auditoria quede obsoleto y con ello dejar de ser útiles para la organización.

Adoptar un nuevo modelo de auditoria con un enfoque ágil, permitirá entre otros beneficios:

  • Mejor comunicación con la gestión, permitiendo un mayor conocimiento de la problemática existente para desarrollar una gestión de los riesgos.
  • Agilizar el proceso de planificación y priorizar riesgos en función de toda la organización.
  • Reaccionar rápidamente frente a riesgos emergentes como resultado del uso masivo del análisis de datos.
  • Rápida retroalimentación al equipo de auditoría, que permite probar y evaluar la eficiencia de los controles en tiempo real.
  • El resultado de nuestro trabajo de auditoria se obtendrá en ciclos cortos denominados “Sprints”, informando los hallazgos y recomendaciones de manera oportuna para las acciones correspondientes.
  • Entrega de valor en tiempo real y aceptados de mejor forma, como resultado de interactuar con los equipos de la organización para implementar controles oportunos y mitigar los impactos.

El camino por recorrer aun es largo, pero comencemos ahora…